Salvador y Orlando Jorge, padre e hijo dedicados al derecho y a la política
SANTO DOMINGO.- Ante el reciente asesinato del ministro de Medio Ambiente, Orlando Jorge Mera, la familia Jorge Mera quedará marcada en la historia por un crimen inédito en la vida política nacional.
Al mediodía de este lunes, Orlando Jorge Mera fue asesinado por un amigo cercano, Miguel Cruz, que entró a su despacho y le propinó varios disparos, sin que se conozcan hasta el momento los detalles oficiales del motivo que lo incitó a darle muerte al ministro de Medio Ambiente.
Este hecho sin precedentes quedará marcado en la historia política dominicana.
Orlando fue hijo del expresidente de la República (1982-1986), Salvador Jorge Blanco, a quien lo unió su dedicación al derecho y a la vida pública y política.
Orlando Jorge Mera siguió los pasos de su padre y militó en el Partido Revolucionario Dominicano, del que llegó a ser secretario general. Su ascendencia hizo saltar todas las alertas políticas de un posible camino presidencial, imitando ejemplos de la democracia estadounidense donde padres e hijos han llegado a la primera magistratura de la nación.
El ministro de Medio Ambiente fue también el primer secretario general del hoy gobernante Partido Revolucionario Moderno, en el año 2014.
En el caso de su padre, Salvador Jorge Blanco, destacó como senador del Distrito Nacional en el periodo 1978-1982, último año este en el terminó con la banda presidencial sobre su pecho, luego de intensas luchas internas en el gobernante PRD.
Ese periodo es comunmente conocido como los 8 años del PRD, entre el 1978 y 1986, cuando sacaron del poder, primero, a Joaquin Balaguer, y a quien finalmente le entregaron el poder en el 86.
Jorge Blanco asumió el poder con serías tensiones políticas con el sector del entonces presidente Antonio Guzmán Fernández, que terminó suicidandose a poco más de 40 días para entregarle el poder.
Su final político
Luego de su salida del poder en 1986, Salvador Jorge Blanco, fue acusado por el presidente de turno, Joaquín Balaguer, de desfalco al Estado durante su gestión.
La denuncia formal contra el expresidente fue depositada ante la Procuraduría General de la República por el abogado y dirigente balaguerista Marino Vinicio Castillo (Vincho), la cual también contenía acusaciones contra exfuncionarios de su Gobierno de haber realizado ventas sobrevaloradas a las Fuerzas Armadas y a la Policía Nacional en beneficio propio.
Según algunos registros de diarios locales e internacionales, la acusación consistía en compras de las Fuerzas Armadas a unas empresas vinculadas a personas cercanas a Jorge Blanco por valor de 25 millones de pesos, vendiéndoles bienes sobrevaluados a los cuerpos militares.
Sometimiento y asilo
Una vez la acusación fue emitida por las autoridades Jorge Blanco nunca se presentó, lo que trajo consigo una orden de arresto en su contra. Al enterarse se atrincheró en su hogar junto a sus guardaespaldas.
No obstante, el periódico El País de España señala, en un escrito con fecha del 30 de abril de 1987, que el exmandatario saldría desde la sede del entonces Ministerio Público hacia su residencia y allí se quedaría junto a los miembros de su seguridad personal.
Jorge Blanco trató de hacerle caso omiso a su citación con la justicia y salió de su residencia durante el allanamiento realizado a finales del mes de abril del 1987 hacía la embajada de Venezuela en búsqueda de obtener un asilo político.
En ese momento el exmandatario llegó acompañado de sus escoltas a la sede de la embajada, pero su solicitud de asilo fue rechazada por el gobierno venezolano y de igual manera el mismo pedimento a la embajada guatemalteca, pero tampoco fue aceptado.
El diario El País señala que tras no recibir ninguno de los asilos, Jorge Blanco “adujo una enfermedad” para evitar entrar a los tribunales y luego de ser atendido en una clínica de la capital dominicana en donde los abogados “demostraron” la gravedad de su condición médica, Balaguer le permitió irse a atender a los Estados Unidos.